Muchas de las películas que han ganado el Óscar a mejor película del año han estado envueltas en grandes demandas por derechos de autor y violación a la propiedad intelectual.
Los casos son muy diversos.
Aquí les contamos algunos de ellos:
Forrest Gump
Ganadora en 1994
Esta película adaptó grabaciones reales de figuras históricas para que pareciera que estuvieran diciendo frases distintas.
El inventor de un proceso similar, pero que adapta videos de personas hablando en inglés para que parezca que están hablando otro idioma, demandó en 1998 a la película, alegando que estaban infringiendo su patente.
La corte rechazó la demanda, ya que en la película los videos se adaptaron, pero se mantuvieron en inglés.
Titanic
Ganadora en 1997
Esta película tiene varios casos de demandas por propiedad intelectual.
Uno de estos es el caso Kennedy v. Paramount Pictures Corp., en el que Kennedy denunció que la película copiaba su escrito no publicado sobre la vida de su padre.
En el 2013 esta denuncia fue rechazada, debido a que las similitudes alegadas por la demandante hacían referencia a expresiones comunes, no sujetas a protección por derechos de autor.
Otro caso ocurrió en 2004, cuando el músico John Jorgensen alegó que My Heart Will Go On, la famosa canción del soundtrack de la película, infringía a su canción Long Lost Lover. La Corte desestimó este caso.
The Lord of the Rings: The return of the King
Ganadora en 2003
Warner Brothers, creadores de las películas del Señor de los Anillos, presentaron una acción de infracción de marcas comerciales en contra de Global Asylum, empresa que produjo y estaba distribuyendo la película Age of Hobbits.
Tras varias defensas rechazadas por la corte, esta le otorgó una orden de restricción temporal a la futura distribución de Age of Hobbits.
The shape of water
Ganadora en 2018
El hijo de Paul Zide, autor de obras de teatro, demandó a la película alegando que su trama era idéntica a la de Let Me Hear You Whisper, obra de teatro publicada en 1969 por su padre.
Un juez rechazó esta demanda, justificando que sólo compartían una premisa básica.