La decisión, que no tiene antecedentes a nivel global, surge a partir de una acción instaurada en contra de la compañía en abril de 2022 por el excongresista chileno Guido Girardi. En esta, se denunció la vulneración los derechos y garantías constitucionales de los ciudadanos desprendidos de la Constitución Política chilena, argumentando que dicha compañía no obtenía un consentimiento informado de los usuarios para el tratamiento de su información, no permitía la supresión de los datos personales recolectados y no observaba la debida diligencia en el cuidado de los datos personales a la que están obligados los responsables. Así mismo, señaló que el uso del dispositivo Insight, bajo las condiciones actuales, generaba riesgos de, entre otros, hackeo de datos cerebrales, reutilización no autorizada de datos cerebrales, mercantilización de datos cerebrales, vigilancia digital y captación de datos cerebrales para fines no autorizados.
Si bien en primera instancia esta acción fue fallada desfavorablemente contra el accionante por la Corte de Apelaciones de Santiago, alegando que las prácticas de Emotiv no constituyen conductas ilícitas, el alto tribunal chileno decidió en sentido contrario. Es decir, la Corte Suprema chilena concluyó que sí se vulneran las garantías a la integridad física y psíquica, así como el derecho a la privacidad, al comercializarse el producto Insight sin contar con las autorizaciones pertinentes y sin que este hubiese sido evaluado por la autoridad sanitaria a la luz de la regulación aplicable. Igualmente, señaló la necesidad de revisar el impacto de estas nuevas tecnologías, en la medida en que su implementación constituye una potencial vulneración a la privacidad de las personas, dado que tienen la capacidad de conocer los pensamientos y emociones de las personas. Todo esto resulta relevante en Colombia, pues el escenario constituye un reto para la regulación a la hora de garantizar los derechos de los titulares en el país.
