Tras la difusión de una carta abierta en la que más de mil firmantes, entre ellos Elon Musk y Steve Wozniak, pedían frenar el desarrollo de la IA generativa, la Administración del Ciberespacio de China ha publicado una serie de medidas para garantizar que los usuarios «comprendan científicamente y utilicen racionalmente los contenidos generados» y, sobre todo, que estos usos no supongan la violación de derechos de autor, derechos de imagen y daños a la reputación de terceros.
Cabe destacar que las medidas también pretenden tener en cuenta otras disposiciones de carácter político, como la prohibición de hacer propaganda contra el Gobierno, que los contenidos generados por la inteligencia artificial reflejen valores socialistas y no promuevan la división del país, entre otras.
