OpenAI, fundada en 2015 por figuras como Elon Musk y Sam Altman, ha revolucionado el mundo de la tecnología con su chatbot de inteligencia artificial generativa, ChatGPT, que ha ganado popularidad en los últimos dos años. Originalmente una organización sin ánimo de lucro con el objetivo de desarrollar inteligencia artificial para el beneficio de la humanidad, en 2019 se convirtió en una empresa híbrida debido a una falta de recursos, con el apoyo de Microsoft, que inicialmente invirtió mil millones de dólares. El lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022 marcó un hito comparable al del iPhone, y facilitó el uso de este tipo de herramientas. A pesar de enfrentar distintas crisis, como la destitución y reinstalación de Altman como CEO y controversias relacionadas con la propiedad intelectual, OpenAI continúa siendo una empresa altamente relevante en el campo de la inteligencia artificial.

Protección de la propiedad intelectual

Con el desarrollo del exitoso ChatGPT, se esperaría que OpenAI tuviera decenas de patentes que protejan esta tecnología. Sin embargo, hasta ahora esta no ha sido la estrategia que ha decidido seguir la compañía.

Patentes

Según un informe publicado en junio de 2024 por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) sobre patentes de inteligencia artificial generativa, sólo hasta el 2023 OpenAI empezó a registrar sus primeras patentes. En comparación de empresas como IBM (con más de quinientas mil patentes en el mundo) y Google (con más de cien mil patentes en el mundo), que le han apostado a esta estrategia, OpenAI parece no haberlo hecho. ¿Por qué?

Según el informe referenciado, esto se puede deber al origen sin ánimo de lucro de la compañía. Así, en sus inicios, querían que sus investigadores compartieran sus hallazgos de forma libre. Ahora que la compañía tiene fines de lucro, la protección más fuerte de su propiedad intelectual puede ser una nueva prioridad, entendiendo que estos derechos seguramente se constituirán como importantes activos intangibles dentro de su patrimonio.

Debe recordarse que la obtención de patentes implica la divulgación completa del conocimiento implicado, por lo que una estrategia de patentes debe enmarcarse dentro de los objetivos corporativos de mercado y competencia. Lo que sí es claro es que ha habido un cambio de comportamiento de OpenAI frente a las patentes, ya que pasaron de no tenerlas hace dos años a tener un poco más de una decena publicadas en 2024, nueve concedidas y tres pendientes.

Secretos empresariales

Otra estrategia que puede estar usando OpenAI para proteger su propiedad intelectual es a través de los secretos empresariales. Estos pueden incluir su arquitectura de software y datos, las metodologías de entrenamiento de su modelo, origen de los datos, cómo se procesa la información, etc. De hecho, en el reporte técnico de GPT-4, publicado en marzo de 2023, establecen que “dado el panorama competitivo y las implicaciones de seguridad de modelos de gran escala como GPT-4, este reporte no contiene detalles adicionales de la arquitectura (incluyendo tamaño del modelo), hardware, cálculo de entrenamiento, construcción de conjunto de datos, método de entrenamiento, o similares”. Esto parece hacer referencia a su intención de mantener esta información técnica para sí mismos, lo cual podría constituir una estrategia de secreto empresarial.

Esta estrategia puede ser muy útil para complementar su estrategia de patentes, garantizando que mantienen el control y confidencialidad de su información más sensible y más valiosa en términos tecnológicos y económicos, constituyendo un activo importante al evitar que competidores accedan a sus innovaciones, sin limitaciones naturales de las patentes, como son las territoriales y temporales.

De cualquier manera, sí parece haber ocurrido un cambio en el último año en OpenAI en relación con sus estrategias de propiedad intelectual, y un nuevo enfoque a la protección de sus tecnologías.